En este caso paso a describir como fue el entierro del Emperador Francisco José I de Habsburgo-Lorena:
El traslado del féretro se realizó conforme al protocolo imperial.
Doscientos militares a caballo daban paso a la carroza fúnebre, tirada por seis corceles negros.
Cuando llegaron a la iglesia de los capuchinos, el cortejo se detuvo frente al portón de entrada, y allí, siguiendo una tradición secular, un dignatario se acercó a la puerta y dio un fuerte aldabonazo. Sigue leyendo